domingo, 31 de mayo de 2015

Los N-finales: n+1

     -¿Cómo lo haces?... ¿Por qué no has perdido la razón?... Nuestra nación no es nada más que escombros radioactivos. Pertenecemos al pueblo que inició todo esto. ¿Por qué no te revienta el corazón?. Yo no me he volado la tapa de los sesos porque no tengo una pistola. ¿Pero tú?...
     -Hermano, yo creo que deberías descansar. Medita y encuentra tu paz

El hombre suplicante se tendió en la arena, sobre su costado izquierdo a llorar en posición fetal. Los arapos que llevaba puestos, ennegrecidos por el tiempo contrastaban con el blanquísimo pantalón del gurú, quien estaba ante él sentado en flor de loto sobre una alfombra magenta.

     -Ayúdame a encontrar esa paz. Dime donde buscar
     -Está en ti. Está en tu corazón. Somos responsables, pero también somos responsables de que el mundo sea un lugar un poquito mejor de lo que lo encontramos.
     -¿Pero qué hago? ¡Perdí a toda mi familia!... ¿Cómo sigo adelante?...-le suplicó entre sollozos, poniéndose de rodillas ante el gurú.
     -Todos perdimos algo. Todos lloramos a alguien. Pero precisamente por eso es que tenemos que continuar. Que nada de esto sea en vano. Que aprendamos nuestra lección y nunca nos volvamos a perder como todo lo que sucedió -El gurú cerró los ojos y apretó muy fuerte para no soltar lágrimas y ser fuerte para su pueblo- no podemos olvidar, para no repetir nada de esto como humanidad ni en lo personal. Lo que sí podemos es perdonar y perdonarnos a nosotros mismos. Es el primer paso de un largo viaje
     -Quisiera poder olvidar todo...
     -Muchas veces no se trata de olvidar nada. Se trata de poner los recuerdos, si tú lo quieres, metafóricamente en un museo. Los atesoras, pero al mismo tiempo sabes que de tan valiosos no debes tocarlos ya. No te pertenecen; son de un pasado que ya no será.




lunes, 4 de mayo de 2015

Reflexión: Mujeres inalcanzables

Hoy en la mañana mientras desayunaba escuché el murmullo del televisor en un programa del canal 13 en el que "humorísticamente" hablaban de cómo sería el mundo ideal de los hombres (o del mínimo común múltiplo, por lo menos). 

-"Un mundo donde no haya mujeres inalcanzables", decía el intento de comediante.

En primera, eso del "mundo ideal para los hombres" es una generalización muy burda. ¿Para todos los hombres?. ¿Qué hay de los homosexuales?, ¿De los asexuales?, ¿De quienes practican cualquier forma no-heterosexual y/o no monogámica de relaciones sexo-afectivas?. Claro, como dije, es del mímimo común múltiplo. Esto es, un arquetipo con el que se sentirían identificadas las masas más comunes del pueblo: tanto en estatus socioeconómico como en niveles culturales y demás.

En segunda. ¿Mujeres inalcanzables?. ¿Quienes son las "alcanzables"?. Se me hace insultante la forma en la que se maneja a las mujeres como un 'objetivo' (¿objeto?) para la conquista de los hombres en los medios de comunicación.

No debe haber un prototipo de "mujer inalcanzable", como tampoco debe haber una "alcanzable". Esto no es (o no debería ser) una competencia entre hombres para ver quien "alcanza" más mujeres o quien "alcanza" a la "inalcanzable". La química sexo-afectiva entre un hombre y una mujer (qué conste que sólo estoy hablando de relaciones heterosexuales y monogámicas desde que es el único punto de vista que conozco por experiencia) debe surgir solita: no debería ser un esfuerzo del hombre para ver si logra llenar las espectativas de la mujer en cuestión o viceversa; porque si no, se reduciría a una simple transacción de oferta-demanda.

Las cosas en el amor (que conste que ahora no solo en el punto de vista heterosexual, si no en el punto de vista del amor y no de la búsqueda de placeres sexuales: esto es un capítulo muy a parte) no deben ser reducidas a "quien merece a quien" o "quien alcanza a quien", si no entre quienes se saben entender, convivir y soñar juntos.



Pero a mí no me hagan caso, quizás llegué a todas esas conclusiones porque las quesadillas de huitlacoche no estaban en el mejor de los estados.